No soy tan complicada como para huír y quedarme en silencio, pero tampoco soy tan simple como para no advertir que no hay tres minutos, ni hay cien palabras que me puedan definir. Duermo boca abajo y con medio pijama si hace frío. De la vida yo me río por que es corta y grata. No uso saco ni corbata, ni me gusta el protocolo. Estoy en buena compañía pero se cuidarme sola. Si tengo vergüenza me sube el color rojo, aunque ya no me mojo si me ataca algún miedo. No profeso ningún credo ni me creo ninguna gran mujer. Alcohólica no soy pero a veces, muchas veces, me emborracho.