A veces podemos pasarnos días sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.
25.9.11
Le pedí el divorcio a mi prudencia, descarté los caprichos de mujer, suspendí los usos de mis abusos sin reservas, archive trasnoches de poligamia.com. Convencí a mis besos de esperarte, le conté a mis dedos de tu piel y mezclé el perfume de tu pijama con pastillas, la vigésima novena vez que me suicidé. Pero vos dejás la cara y te vas, vos dejás la cara y te vas; y yo, mirando fijo la borra de este amor, discuto con la noche el precio de olvidarte, fui tu testaferro en los naufragios, con mis enemigos me abracé y te dí las llaves de la ciudad de mis antojos, la mañana que no tuve más nada que perder, pero vos dejás la cara y te vas, me dejás tu cara ahí, y te vas.